El siglo XVII fue una época de gran actividad para Figuerola d’Orcau, ya que su vino se hizo famoso en toda Cataluña. Los viñedos eran el motor de la economía local, y los agricultores se dedicaban a cultivar diferentes variedades de uva, como la garnacha, la macabeo y monastell. El vino que se producía era de una calidad excelente, convirtiéndose en uno de los más apreciados de la comarca.

Pero el vino no era lo único importante que se producía en Figuerola d’Orcau. El pueblo era también conocido por su red de túneles subterráneos, que se construyeron para la conservación del vino y otros alimentos. Estos túneles se extienden debajo del pueblo, y en su época fueron un ejemplo por la eficacia de los campesinos para poder navegar por los túneles para acceder a las diferentes bodegas sin salir al exterior.

Los túneles de Figuerola d'Orcau

Los túneles se construyeron picando la piedra pómez, y tienen una longitud de más de 2 km. Fueron utilizados para almacenar el vino en condiciones óptimas, puesto que la temperatura y la humedad constante ayudaban a conservar el vino durante meses. Además, también se utilizaron para otros fines, como la preservación de carne, quesos y otros alimentos.

Actualmente, los túneles todavía existen, y en Cal Frasco, se pueden visitar para aquellos que quieran explorar el pasado de Figuerola d’Orcau e incluso, hacer una cata de vinos de Sauvella d’Orcau. El pueblo sigue siendo un importante centro vinícola y sus vinos siguen siendo altamente valorados para los amantes del vino. Los agricultores locales siguen cultivando las mismas variedades de uva que se cultivaron hace siglos, y siguen aplicando las técnicas tradicionales para la producción del vino.

La historia del vino en Figuerola d'Orcau

A finales del siglo XIX, la filoxera, una plaga originaria de América, comenzó a extenderse por toda Europa y afectó gravemente a la industria vitivinícola en España. La plaga se alimentaba de las raíces de las vides y provocaba la muerte de los viñedos.

Figuerola d’Orcau no fue inmune a esta plaga y muchos de sus viñedos también fueron afectados. Los agricultores locales lucharon por encontrar una solución a la plaga, pero sus esfuerzos fueron en vano. A medida que los viñedos murieron, los agricultores vieron cómo su principal fuente de ingresos se desvanecía.

La filoxera dejó a Figuerola d’Orcau en una situación difícil y muchos de sus habitantes emigraron a otros lugares en busca de trabajo. A pesar de esto, algunos agricultores continuaron luchando y buscando soluciones para combatir la plaga. Uno de los métodos que se adoptaron fue el injerto de vides europeas en raíces americanas resistentes a la filoxera.

Este método demostró ser efectivo y gradualmente se fue recuperando la producción de vino en Figuerola d’Orcau. Los agricultores comenzaron a replantar los viñedos con vides injertadas, y poco a poco la industria vitivinícola fue recuperándose.

A pesar de que la filoxera tuvo un gran impacto en la producción de vino en Figuerola d’Orcau, los agricultores locales no se rindieron y encontraron una solución efectiva para combatir la plaga. Esta experiencia demostró la importancia de la innovación y la capacidad de adaptación para enfrentar los desafíos y mantener viva una tradición tan importante como la vitivinícola en la región.

En resumen, Figuerola d’Orcau es un pequeño pueblo con gran historia y patrimonio. Su vino, sus túneles y su tradición agrícola siguen siendo parte importante de la vida del pueblo hoy en día, y son una muestra de cómo la tecnología y la innovación pueden ser utilizadas para mejorar la vida de las personas.